Fotografía: Adrià Goula vía Arquitectura y Sentido
La optimización de la luz natural en el interior, la continuidad visual entre los diferentes espacios para establecer una consciencia continua de la totalidad de la operación; y el uso de la madera y los elementos móviles como única ornamentación son los rasgos características de esta reforma en un pequeño apartamento del Eixample barcelonés.
Obra del arquitecto catalán Sergi Pons en colaboración con Anna Giralt, la propuesta modifica y mejora las condiciones de un departamento de un edificio de los 80 que da la espalda a la calle para, satisfaciendo las necesidades del cliente, consolidar una identidad propia del espacio interior.
Partiendo de la zona de planchado como punto nuclear de la operación, se establece una continuidad visual y de diseño para que, desde cualquier posición del apartamento, se obtenga una lectura unitaria de la totalidad del espacio interior.
El uso de la madera de pino en paramentos y en el suelo así como los acentos de color amarillo en los elementos móviles son la única ornamentación de una vivienda en la que en su distribución se diferencian las dependencias individuales de la estancia principal gracias al espacio de cocina y a un paramento vertical en el que se disponen armarios, mesas plegables, huecos, repisas y la separación formal vidriada con el techo.
Año: 2011
Ubicación: Calle Casanova, Eixample Esquerre, Barcelona
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